Un maridaje que, sin lugar a dudas, cautiva a los comensales y sommeliers es el vino y el queso. La oferta de ambos en el mercado es muy amplia, por eso te compartimos algunas posibles combinaciones que no te van a decepcionar
Queso azul: El sabor salado, picante de estos quesos blandos con profunda intensidad aromática, necesitan sí o sí un complemento dulce en los vinos para balancear y equilibrar los sabores. Cosechas Tardías, Dulces Naturales y Portos son opciones más que válidas y placenteras para acompañar el queso Azul.
Queso Romano, Sardo (Quesos de pasta dura): Estos quesos se caracterizan por su sabor picante e intenso, pasta quebradiza y granulada, en boca tienen una textura marcada. Por esta intensidad puede rivalizar con un vino de mucha concentración y cuerpo, por eso, los vinos tintos de cuerpo medio son muy buenos compañeros. La variedades de vino recomendadas son: Malbec, Syrah, Merlot intenso, Chardonnay, Sauvignon Blanc.
Queso Mozarella, Ricotta (Quesos Frescos): los quesos frescos y jóvenes como estos, son un verdadero agrado para saborear. Sin embargo, si vas a combinar estos ejemplares con un vino, se requiere un toque delicado, ya que no tienen la audacia del sabor que le otorga el proceso de maduración. La fresca acidez del sabor inigualable del vino argentino Torrontés, en combinación con estos quesos frescos, ofrecen una verdadera fiesta al paladar. El Sauvignon Blanc es otra gran aleación con los quesos frescos.
¿Cuál es tu combinación favorita?
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